Investigadores en San Diego, California, ataron cámaras GoPro a seis delfines y los grabaron cazando diversos peces y serpientes en el mar.
Sam Ridgway, Dianna Samuelson Dibble y Mark Baird son tres biólogos marinos que lograron capturar por primera vez en un solo archivo audio y video de delfines cazando en las costas de California, Estados Unidos. Esto lo hicieron luego de atar diversas cámaras GoPro a los costados de los animales con el fin de estudiar sus hábitos alimenticios. Los videos son tan fascinantes como el del pingüino abriéndose paso entre un banco de peces.
Los investigadores y la investigadora publicaron sus hallazgos en la revista científica Plos One. Ahí explican que adaptaron arneses con cámaras GoPro en sus versiones Hero3+, Hero4 o Hero4 Sessions. Cuatro de los delfines que observaron, Y, S, K y B habían sido capturados en el Golfo de México a lo largo de los 80. Por otra parte, el espécimen Z nació en el 2002 dentro de las facilidades de la National Marine Mammal Foundation, de la cual los tres investigadores son parte. Asimismo, el delfín T fue encontrado en un estado prematuro de gestación y rescatado por SeaWorld Florida en el 2013.
El grupo de investigación eligió esta muestra para poder observar la diferencia en las técnicas de caza en mar abierto entre los delfines. Esto es debido a que los cuatro mamíferos rescatados en el Golfo de México tenían experiencia en esta actividad, mientras que Z y T nunca habían tenido que conseguir su propio alimento en condiciones no controladas.
¿Qué pruebas se hicieron y qué vieron?
El equipo observó a cada delfín durante varios periodos de 50 minutos aproximadamente. Asimismo, se hicieron pruebas tanto en las costas de San Diego como en una piscina de agua salada con medidas de 6 metros de ancho por 12 metros de largo. La profundidad de la misma no fue especificada en el estudio.
Algunas de las presas que lograron capturar los delfines en examinación fueron sardinas, caballas del Pacífico, y anchoas. Sorprendentemente, una vez que tuvieron la oportunidad de salir a mar abierto, el delfín Z cazó a 8 serpientes marinas amarillas. De forma similar con los dos delfines de río que fueron captados jugando con una anaconda, Z no pareció temerles en absoluto. Por otra parte, el mamífero no resultó afectado al engullir a los reptiles.
¿Y qué aprendieron respecto a la dieta de los delfines?
Algunas de las observaciones que hizo el equipo de investigación es que el oído de los delfines es lo suficientemente bueno como para captar los movimientos de los peces a corta distancia. Sin embargo, también apuntaron que los mamíferos seguían con los ojos constantemente a sus presas e incluso modificaban su nado para no despegar su visión de ellas.
Otra de las cosas que notaron fue que los delfines parecían emplear un sistema en donde engullen a sus presas. Con los músculos en su cuello, estos mamíferos pueden retener a la víctima mientras abren la boca para acomodarla mejor. La succionan y posteriormente expulsan el agua y arena que absorbieron junto con su alimento. Es un sistema similar, aunque no igual, al que utilizan las ballenas al atrapar a sus presas en sus fauces.
El equipo denominó el último sistema como ‘presión intraoral’. AQUÍ te compartimos el artículo original, en caso de que quieras conocer más sobre los músculos que desempeñan un papel importante en este mecanismo. En él también encontrarás datos más exactos sobre los niveles de sonido que alcanzan a escuchar los delfines y la manera en la que utilizan esta información al cazar.