El Ministerio de Educación en Bolivia aceptó que plagió diversos personajes de anime en las portadas de sus libros de texto.
El Ministerio de Educación en Bolivia vivió fuertes críticas sociales luego de que se diera a conocer que muchas de las portadas de los libros de texto para el ciclo 2023-2024 son un plagio de diversas series y películas de anime (animación japonesa). A pesar de lo anterior, no se planea revisar ni reeditar los libros, puesto que ya se repartieron cerca de 1.1 millones de copias. ¡Fue un acto más atrevido que el juego de Resident Evil hecho por fans que copiaron los diseños originales o que el juego de Attack on Titan, en el cual diversos artistas visuales trabajaron para copiar la figura y cara de los personajes protagónicos!
Nada pasa desapercibido frente a un ojo bien entrenado
La primera en denunciar la copia parcial de estos personajes fue Sayuri Loza. La boliviana es egresada de la carrera de Historia del Arte y Cultura Asiática de la Ibaraki Women’s Junior College en Japón. Gracias a sus estudios, Loza fue rápida en detectar el robo intelectual y compartirlo en sus redes sociales. En su primer publicación, Sayuri comentó sarcásticamente “Qué rico es plagiar”. Asimismo, compartió una imagen de la portada para el tercer grado, la cual contiene copias de personajes del anime Shigatsu wa Kimi no Uso.
Una vez que Loza dio a conocer el plagio de una de las portadas de la serie Textos de aprendizaje. Secundaria Comunitaria Productiva 2023-2024. Rápidamente, la gente se dio cuenta de que los libros del primero al sexto grado contenían copias parciales de personajes de series animadas japonesas. Aunado a lo anterior, en la publicación de la historiadora diversos padres y madres de familia compartieron fotografías del interior del libro, el cual parece tener una edición descuidada y datos erróneos. Asimismo, llegaron denuncias respecto a las amenazas por parte de directivos escolares de cobrar el libro gratuito a final de año si este presenta desperfectos o si no se devuelven a las escuelas en cuestión al finalizar el año.
La portada no es el único problema
El acuse de plagio llega en un momento lleno de diversas protestas en torno al sistema educativo de Bolivia. Por un lado, gremios docentes están luchando para que las cuotas de jubilación no sean controlados por el gobierno y que sigan en manos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Por otra parte, se ha señalado al Ministerio de Educación de incluir contenidos de robótica, ajedrez, inglés e idiomas nativos. Todo esto sin contratar a profesionistas especializados en las áreas y sin elevar los presupuestos para que los centros escolares puedan tener los materiales necesarios.
Tras la polémica en redes sociales, el ministro de educación en turno, Edgar Pary, dio una rueda de prensa para comentar el hecho. Ahí, deslindó al Ministerio de cualquier responsabilidad y aseguró que las portadas están firmadas por una persona, la cual enfrentará un castigo no definido por el funcionario público. En la otra mano, aseguró que son solo ‘algunas portadas’ y que esto ‘no afecta el contenido’ de los libros, por lo cual no emitió ninguna intención de recolectar los libros y reeditarlos.
¿Y qué sucederá después con este caso de plagio en los libros de Bolivia?
A pesar de las protestas y el descontento virtual que se ha expresado respecto al contenido de los libros, parece ser que seguirán siendo empleados para el ciclo escolar 2023-2024. En redes sociales han pedido a Sayuli Loza revisar las ediciones. Sin embargo, ella misma expresó que sería difícil corregir los libros debido a que ya fueron distribuidos a lo largo del país. Por otro lado, aunque se aseguró que se detallará un procedimiento y sanciones administrativas acorde a lo sucedido, no se dieron detalles del castigo que podría enfrentar el ilustrador, ilustradora o ilustradore que decidió copiar parcialmente las obras de diversos mangakas y animadores japoneses.