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    Recrean onda expansiva de la erupción del volcán Tonga

    La erupción del volcán Tonga lanzó una onda expansiva que recorrió la Tierra entera durante 36 horas. ¡Y tuvo consecuencias en diferentes partes del mundo!

    El 15 de enero del 2022 el volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai tuvo una gigantesca y explosiva erupción que causó cambios atmosféricos, tormentas eléctricas y tsunamis en diversas partes del planeta gracias a una poderosa onda expansiva. La también llamada onda de choque rondó el planeta durante 36 horas antes de apaciguarse por completo. Un equipo de científicos replicó virtualmente su paso para definir los sitios de mayor impacto.

    La gigantesca erupción del Tonga llegó después de una serie de fumarolas que había lanzado desde diciembre del 2021. Esta montaña activa se encontraba sumergida en el agua, mientras que las islas inhabitadas Hunga Ha’apai y Hunga Tonga sobresalían a sus costados. Esto conllevó a que la erupción arrojara cerca de 146 teragramos de agua a temperaturas extremas además de la ceniza y el dióxido de azufre que normalmente se liberan durante un evento similar.

    La explosión se escuchó en Alaska, a cerca de 10, 000 kilómetros de distancia del volcán. En menos de media hora después de la erupción ya se había alzado un ‘penacho’ de cenizas de aproximadamente 56 a 57 kilómetros de altura. Alcanzó la mesosfera, una de las capas de la atmósfera. Esto causó a su vez una tormenta eléctrica que terminó rodeando el ‘penacho’ casi por completo. En análisis posteriores también se descubrió que cerca de 9.5 kilómetros cúbicos de suelo marino fueron desplazados por la explosión.

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    La erupción fue captada desde el espacio por diversos satélites meteorológicos. / Foto: El País

    ¿Qué pasó las horas después a la erupción?

    Jordi Díaz, un investigador de Geociencias en Barcelona y perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) calculó que la erupción “provocó que la Tierra vibrase a frecuencias muy bajas, resonando durante unas 8 horas”. Esto, sumado a las condiciones anteriormente mencionadas, causaron que olas de entre uno y hasta 15 metros azotaran el archipiélago de Tonga, compuesto por 176 islas. Durante los tsunamis, al menos dos personas locales y una turista británica, todos mayores de edad, perdieron la vida ante la inundación.

    Por otra parte, el oceanógrafo Angel Amores, afiliado a la Universidad de las Islas Baleares, fue quien rastreó el paso de las “alteraciones de la presión atmosférica” causadas por el desastre natural. La onda se expandió a lo largo del océano Pacífico a la velocidad del sonido, lo cual se encuentra cerca de 343.2 metros por segundo. Como resultado, se elevó la marea en países como Perú, en donde se reportó la muerte de dos personas gracias a esto. Aunado a esto, el nivel del mar en el Mediterráneo se elevó casi 30 centímetros horas después de la erupción.

    Aunado a lo anterior, partículas de ceniza se quedaron flotando en el aire. Al dispersarse pusieron en riesgo las vías respiratorias de islas como Mango, en donde 62 personas tuvieron que ser evacuadas tras perder sus hogares. Este fue un fenómeno similar a la calima del Sahara que llegó a pintar las ciudades de España y Francia de naranja. Aunque no se sabe exactamente cuánto tiempo estuvieron las partículas de polvo rondando el planeta, Kevin MacKay, perteneciente al Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (NIWA), estimó que tardaron varios meses en asentarse.

    Un terreno difícil de estudiar

    Diversos especialistas estimaron que cerca de 700 metros de roca volcánica fueron expulsados del cráter central por la erupción. Estos quedaron regados a lo largo de cerca de 19 kilómetros a la redonda del volcán, lo cual ha dificultado las investigaciones de la zona llena de sedimento y ceniza. Afortunadamente, tras el incidente, el volcán, aunque siguió echando fumarolas y chorros de agua caliente, no volvió a tener una explosión similar.

    Por otra parte, a pesar de que algunas personas perdieron la vida, no fue la misma cantidad que se hubiera puesto en peligro si el volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai se encontrara tan cerca de las ciudades como el Popocatépetl, otro volcán activo que cada cierto tiempo pone en alerta a las y los mexicanos del centro del país. Sin embargo, lo sucedido con el Tonga ha atraído la atención de diversos vulcanólogos y otros especialistas, quienes se preguntan cuánto tiempo pasará antes de que una erupción similar vuelva a suceder.

    ¿Cómo crees que se siente estar cerca de una erupción de esta magnitud?

    Con información de National Geographic, BBC y El Sol de México

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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