Un grupo de científicos de la NASA ha propuesto el crear el BITG, una especie de ‘faro’ galáctico con las coordenadas de la Tierra y ADN de sus especies.
Colaboradores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA han propuesto un proyecto denominado ‘Beacon in the Galaxy’ (BITG). Este ‘faro en la galaxia’ tendrá un mensaje codificado, información genética de algunas especies y otro tipo de datos encriptados con el fin de poder comunicarse con seres extraterrestres.
De acuerdo con los y las integrantes del proyecto se necesitaría el apoyo de dos sistemas astronómicos. Uno de ellos sería el radiotelescopio Allen Array del Instituto Seti en California. Por otra parte también se buscaría emplear el telescopio esférico de quinientos metros de apertura (o FAST por sus siglas en inglés), el cual se encuentra al suroeste de China. Con ambos sistemas se pretende enviar un mensaje en código binario a través de ondas de radio al centro de la Vía Láctea.
Dentro de este mensaje se incluirán algunas partículas de elementos comunes en la tierra como el hidrógeno, helio, carbono, entre otros. Por otra parte, se intentarán enviar imágenes codificadas del cuerpo humano así como de la estructura del ADN. También se incluirán las coordenadas exactas de la Tierra para que el planeta pueda ser visitado por vida alienígena.
No todos están de acuerdo con mandar este mensaje al espacio exterior
El proyecto para BITG fue publicado en la revista científica Popular Physics y sigue esperando revisión por parte de pares para poder ser aprobado. Sin embargo, desde que este salió a la luz ha causado controversia en el mundo científico. Esto es porque algunos especialistas creen que el lanzar información tan sensible de la Tierra podría atraer posibles invasiones extraterrestres.
Dos de los científicos que ha externado su preocupación son Anders Sandberg y Toby Ord, miembros del Instituto del Futuro de la Humanidad (FHI, por sus siglas en inglés) de Oxford. Ambos investigadores concuerdan en que se sabe muy poco sobre la vida fuera de la Tierra. Por esta razón no se tiene información fiable sobre si las otras civilizaciones en el espacio son pacíficas o si buscarían atacar el planeta. Sin embargo, ante estos cuestionamientos el equipo detrás del BITG cree en la teoría de que si una civilización es capaz de decodificar y entender el mensaje entonces hay más probabilidades de que opten por la cooperación antes que por el enfrentamiento.
