Edward Mordrake, una de las leyendas que ha rondado internet desde que nacieron los memes, podría no ser tan real como lo esperabas. ¿Conocías tú la verdad detrás de este hombre?
La leyenda del hombre con las dos caras se dio a conocer en internet cuando las creepypastas y las leyendas urbanas estaban en su auge. Pero, ¿qué tan real es la historia de Edward Mordrake? ¿Y de dónde salió la extraña fotografía que sigue rondando el mundo virtual?
El nombre de Mordrake fue mencionado por primera vez en las letras de Charles Lotin Hildreth, cuando este último publicó el artículo “The Wonders of Modern Science”. El texto salió en el año 1895 dentro del Boston Sunday Post en Nueva Inglaterra, Estados Unidos. Un año después, este fue citado en el libro Anomalies and Curiosities of Medicine, por los médicos George M. Gould y Walter L. Pyle. En él, Lotin abordaba diversos casos de personas que en el momento eran consideradas ‘fenómenos’ debido a ciertos rasgos físicos que presentaban. Además de mencionar el caso de una mujer sirena y el de un hombre cangrejo, el escritor habló sobre la historia de Mordrake.

Los orígenes de Mordrake según Hildreth
De acuerdo con el texto de Hildreth, Mordrake fue el hijo de la condesa de Darlington, en el condado de Postmouth en Reino Unido. El hombre había vivido a mitad del siglo XIX y había nacido con una extraña condición que le hacía tener dos caras en vez de una. Aunque Mordrake era un buen estudiante, un buen músico y con un atractivo nada desdeñable, la cara que tenía en la nuca le daba un aire perturbador. Pese a estar malforme, la segunda cara del joven podía moverse para reír y llorar. También se decía que sus ojos seguían a cualquiera que hiciera contacto visual con ellos.
Hildreth aseguraba que la cara a veces asemejaba a la de una hermosa mujer y otras veces parecía algo horrendo. Por otra parte, el hombre relataba que Mordrake podía escuchar leves susurros que su segunda cara emitía durante la noche. Estos susurros no le permitían dormir, lo obligaron a pasar grandes periodos en reclusión y lo llevaron a quitarse la vida a la edad de 23 años. Aunque Hildreth mencionó que el joven se suicidó con veneno, las leyendas urbanas en los Estados Unidos popularizaron la versión de que, en realidad, se había colgado desde un balcón.

¿Con qué condición vivía Mordrake?
La condición que presentaba Mordrake sería lo que hoy en día se conoce como Diprosopia o duplicación craneofacial. A diferencia de lo que se pudiera pensar, esta no tiene nada que ver con dos gemelos uniéndose dentro del vientre materno, si no que es una anomalía congénita que se da en la proteína SHH. Esta es conocida como Sonic Hedgehog y sirvió de inspiración a SEGA para crear a su famoso erizo azul.
Cuando la SHH sufre de una alteración, entonces los patrones que se dan en la cara se ven alterados. Uno de los resultados más comunes es la duplicación de la cara. Y aunque el segundo rostro pueda no ser completamente funcional, este puede presentar ciertos movimientos y expresiones causadas por el paso de corrientes eléctricas a través de la zona.

Pero, ¿Mordrake sí fue real?
Edward Mordrake es una leyenda tan importante en Estados Unidos que incluso ha llegado a ser incluida en grandes producciones como American Horror Story: Freak Show. Sin embargo, una de las primeras pruebas de que este personaje no existió como se pensaba es que Hildreth era un reconocido escritor de ciencia ficción y fantasía. El hombre no fue conocido por incursionar en el periodismo. Por otra parte, Hildreth menciona repetidas veces a la Royal Scientific Society, la cual no existió ni en Reino Unido ni en Estados Unidos durante el siglo XIX.
Desafortunadamente, la fotografía en blanco y negro de un supuesto Mordrake con su segunda cara tiene una resolución mucho mejor a las que las primeras cámaras, desarrolladas en el siglo XIX, podrían ofrecer. Esto ha hecho pensar a mucha gente que esa es una réplica para alguna exposición. Por otra parte, el supuesto cráneo embalsamado de Mordrake muestra sus dos caras como si fueran dos cráneos unidos. Lo último sería una contradicción a lo que sufría el joven, puesto que la Diprosopia afecta los tejidos blandos y cartílagos, por lo que el hombre no pudo haber desarrolado una segunda frente ni tampoco una nueva dentadura.

Debido a todo lo anterior, tal parece ser que la leyenda de Edward Mordrake es una que tiene más tintes de fantasía que de verdad. Sin embargo, esto no descarta la posibilidad de que algún hombre o mujer con Diprosopia existiera en el siglo XIX y se hiciera famoso. Esto pudo derivar en decenas de relatos que dieron como resultado la leyenda urbana que conocemos hoy.
¿Qué piensas ahora sobre la leyenda de Edward Mordrake y sus dos caras?
Con información de La Nación y All That Is Interesting