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    Fascínate con el brilante color rosa de la petroica encarnada

    La petroica encarnada es un ave familiar del petirrojo que tiene un hermoso color rosa en su pecho. ¡Conócela!

    En los salvajes parajes de Australia se esconde un pequeño pájaro con colores embelesantes. Esta ave es conocida como petroica encarnada y el color rosa de su abdómen combinado con el negro del resto de su cuerpo ha llamado la atención de diversos especialistas en aves. ¡Es un pájaro tan bello como el iridiscente y parlante estornino pìnto o como la bailarina e hipnótica ave del paraíso Vogelkop!

    Este primo del petirrojo llega a medir cerca de 13.5 centímetros y tiene como nombre científico Petroica rodinogaster. Las hembras tienen un color café y son más pequeñas que su contraparte masculina. Por el contrario, los machos son los que portan un brillante color rosa en su pecho.

    petroica encarnada
    Así se ve una petroica encarnada. / Foto: Earth Wonders

    Se pueden encontrar diversos especímenes de estas aves a lo largo del sureste de Australia y en algunos bosques de Tasmania. Tienen periodos de apareamiento entre septiembre y enero. Ademas, llegan a poner hasta cuatro huevos a la vez. Estos muestran un curioso color café con manchas lavanda a lo largo del cascarón.

    Esta especie de pájaros se encuentra en una condición sana. Es decir, no está en peligro de extinción. Por otro lado, se alimenta de insectos, principalmente de arañas, escarabajos, gusanos, avispas, hormigas y moscas. Mientras sus hábitats naturales sean protegidos, todo parece ser que este fascinante animal continuará recorriendo los bosques australianos.

    petroica rosea
    La petroica encarnada tiene una hermana llamada ‘petroica rosea’. Esta cambia por el color blanco que tiene cerca de sus patas y el gris de su cabeza. / Foto: Wikipedia

    ¿Cuál es el pájaro con colores más brillantes que has visto en tu vida? ¿Alguna vez has visto un ave rosada como la petroica encarnada?

    Con información de Ebird y Datazone

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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