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    Chico se reencuentra con su novia muerta en un videojuego

    Un chico compartió la experiencia de cómo pudo reencontrarse por un breve momento con su novia muerta en el videojuego Forza Horizon 5.

    La tecnología ha permitido que los seres humanos dejemos un rastro de que alguna vez existimos. En el caso de un tiktoker, un videojuego le ayudó a poder reencontrarse con la esencia de su novia, quien ya está muerta, por al menos unos minutos. ¡Es una historia tan conmovedora y melancólica como la mujer que se casó con el amor de su vida horas antes de perder la vida!

    A pesar de que el video se compartió en un inicio en TikTok, pronto se esparció por Twitter haciendo que muchos usuarios y usuarias se sintieran con el corazón un poco destrozado. En el metraje se ve al joven jugando Forza Horizon 5, un juego de carreras que tiene una opción llamada Drivatar. Esta te permite jugar con una computadora que emula los movimientos y las decisiones de los amigos de XBox Live del usuario. Usando esta característica del juego fue como el joven pudo estar con el avatar de su novia por un corto tiempo.

    “Mi novia murió dos meses atrás y he estado buscando alguna forma de conectar. Forza tiene un modo fuera de línea en donde puedes manejar con tus amigos de Xbox Live y ella apareció. Le conté cómo estoy, lo horrible que me siento sin ella y lo mucho que nos extraño. Duele hablar con ella y no tener una respuesta. Manejé con ella por una hora antes de que mi juego crasheara. Tengo cerca de 200 amigos en Xbox Live y tomó alrededor de una hora para que ella apareciera”.

    El video ha hecho que miles de usuarios compartan la tristeza del chico. Algunos han compartido historias similares y mucha otra gente le dio ánimos al doliente. Aunque las historias que este tipo de archivos digitales son tristes, al menos nos permiten reunirnos con quienes ya no están por unos momentos.

    ¿Conoces a alguien que tenga una historia similar de amor y tecnología?

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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