Ingenieros crearon un nuevo y delicado tipo de robots compuestos por arañas muertas y una jeringa con aire. ¡Es un invento perturbadoramente asombroso!
Un equipo de la Universidad Rice en Texas, Estados Unidos, ha causado controversia al crear robots a partir de arañas muertas. Esto lo hicieron con el fin de aprovechar el sistema hidráulico natural con el que trabajan los arácnidos.
Faye Yap es la ingeniera que lidera el experimento. Ella y su equipo buscan alejarse de los elementos convencionales como los metales, plásticos y el vidrio con el fin de poder explorar nuevos materiales. En algún momento, mientras los ingenieros limpiaban el laboratorio encontraron una araña muerta. Al preguntarse qué era lo que hacía que las patas del arácnido se encogieran al fallecer se dieron cuenta de que las arañas funcionan a partir de un sistema hidráulico. Este es controlado por el ‘prosoma’, el cual es un sistema de válvulas que envía sangre a las patas de la araña para abrirlas y cerrarlas. Sin esta fuerza, los músculos del animal se contraen naturalmente.
Aunque pensaron por mucho tiempo cómo podrían imitar este sistema, al final se decidieron a explorar la ‘necrobótica’. En palabras de Yap para The Daily Beast, esta rama emplea “materiales bióticos, los cuales son materiales no vivientes derivados de algo que alguna vez estuvo vivo”. Con esto en mente, el equipo creó una pinza insertando una jeringa en el prosoma de una araña, sellando la cavidad con pegamento industrial e inyectando aire al cuerpo del animal. Esto dio como resultado que las patas del arácnido se abrieran y cerraran a voluntad del equipo.
Los experimentos
El grupo liderado por Yap publicó sus resultados en la revista científica Advance Science. En el artículo los integrantes explican que sus sujetos de prueba fueron arañas lobo a las que les aplicaban eutanasia antes de utilizar sus cuerpos como materiales. Probaron diversos tamaños y se dieron cuenta de que los arácnidos lograban levantar más de 13 veces su peso. Asimismo, en promedio las arañas tenían una fuerza de presión equivalente a 0.35 milinewtons. No obstante, los especímenes más pequeños presentaban una resistencia mayor frente a los más grandes al momento de levantar grandes pesos.
Otra de las cosas que probaron dentro del laboratorio fue la resistencia natural del cuerpo de la araña lobo. De acuerdo con el equipo, las arañas resisten un aproximado de 1000 ciclos de ‘abrir-cerrar’ antes de presentar algún tipo de deterioro. Sin embargo, el tiempo también es un factor importante a tomar en cuenta debido a que, cuando el cuerpo de la araña se deshidrata, las patas se vuelven quebradizas. Por esta razón, el grupo comenzó a probar con recubrimientos de cera de abeja para alargar el tiempo de vida de la herramienta.
Algunos de los usos que el equipo ha propuesto para su creación es el ensamblaje de componentes microelectrónicos o el de otros objetos diminutos y delicados. Asimsimo, informaron que este podría ser aplicado en el campo de la biología como trampa para capturar especímenes vivos de insectos. Además, declararon que el prosoma tiene diversas válvulas que permiten a la araña controlar todas sus patas por separado. Si bien en esta ocasión el equipo no exploró esta parte, futuros experimentos podrían llevar a la crecion de necrorrobots arañas capaces de moverse como si estuvieran vivos.
Te compartimos un video de los experimentos con estos cadáveres de arañas lobo. Está en inglés, pero las imágenes te permitirán conocer mejor el mecanismo de estos necrobots. Si quieres saltarte la introducción, las pruebas comienzan desde el segundo 30.
¿Qué te parece este invento de robots hechos con arañas muertas? ¿Te creerías capaz de hacer tu propia pinza de este estilo?
Con información de Rice University News and Media Relations y Science Alert