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    Así fue el terrible desprendimiento del glaciar ‘la Marmolada’

    Decenas de visitantes y trabajadores en los Alpes de Italia vivieron y atestiguaron un devastador desprendimiento glaciar que arrasó con todo a su paso.

    La Marmolada, conocida como la ‘reina de los Dolomitas’, se derrumbó inesperadamente ante la mirada incrédula de visitantes y trabajadores. Este desprendimiento glaciar en Italia fue algo sorprendente de ver y terriblemente mortal de vivir.

    El desprendimiento se dio el 3 de julio del 2022 desde aproximadamente 3 300 metros sobre el nivel del mar. De acuerdo con alpinistas que estaban cerca del derrumbe, se escuchó un fuerte tronido y posteriormente una capa de hielo, denominada serac, comenzó a caer. Esta se extendió entre 300 y 400 metros a lo ancho, lo cual impactó a dos grupos de turistas junto con dos guías de montaña.

    El lugar exacto del desprendimiento fue la zona de Punta Rocca, entre las regiones de Trentino y Veneto. La temperatura ideal para que los glaciares se mantengan firmes es a menos de 0 grados Celcius. En Punta Rocca el ambiente ronda los 2 grados normalmente. Sin embargo, en el 2022 las altas temperaturas han subido hasta los 5 grados centígrados. Por otra parte, el día del derrumbe se alcanzaron los 10.3 grados. Esto aumenta significativamente la probabilidad de que exista otro desprendimiento glaciar.

    Hay al menos 20 personas desaparecidas, 7 fallecidos, 8 heridos y 16 autos esperando a sus dueños en el estacionamiento cerca a la Marmolada. Esto significa que las cifras de desapariciones y pérdidas humanas podrían aumentar. Asimismo, personal de rescate informó que los trozos de hielo y las piedras eran tan grandes que los fallecidos habían sido destrozados durante el derrumbe. Por esta razón, los miembros del Salvamento Alpino ven pocas posibilidades de que existan sobrevivientes.

    ¿Alguna vez has visto una avalancha con tus propios ojos?

    Con información del País y El Mundo

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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