Año con año, las familias de Pomuch, Campeche, acuden a limpiar los huesos de los muertos y muertas que descansan en el panteón.
La villa de Pomuch, en Hecelchakán, Campeche, es conocido por su particular tradición de limpiar los huesos de sus familiares en el panteón para festejar Día de muertos. Además, también mantienen los cráneos ligeramente afuera de su caja el resto del año con el fin de que reciban los rayos del sol.
Esta costumbre es conocida como Choo Ba’ak o la “limpieza de los santos restos” y se remonta a tiempos prehispánicos en la región maya. Los habitantes modernos de Pomuch han mantenido vivo el Choo Ba’ak desde hace al menos 150 años. Además, en el 2017 la tradición se convirtió en Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Campeche, por lo cual comenzó a atraer una atención turística que crece año con año.
Los preparativos
Desde el 25 y 26 de octubre pobladores de Pomuch limpian cuidadosamente los restos de sus familiares, para luego adornar sus tumbas con flores, comida y otros regalos. Antes de que un cuerpo pueda ser exhumado por primera vez necesitan pasar al menos tres años de su muerte. Esto con el fin de permitir que se complete el proceso de descomposición. Asimismo, antes de sacar a los difuntos y difuntas de las tumbas, las familias necesitan tener el acta de defunción y una constancia emitida por el municipio.
Los familiares colocan las osamentas dentro de un ‘osario’ recubierto con una manta blanca. Esta generalmente se encuentra bordada con flores y detalles coloridos que acompañan el nombre de la persona que resguarda. Por otro lado, mientras los vivos preparan a los muertos para su visita, es normal que hablen y los mantengan al tanto de lo que sucede en este plano terrenal.
Por otra parte, un sepulturero de nombre Venancio Tuz Chi habló sobre el orden de limpieza de los huesos en una entrevista con la BBC.
“El orden para limpiarlos es como si ellos estuvieran parados: de abajo para arriba. Por eso, a los lados de la caja van las costillas. Luego, los huesos de piernas y brazos y lo último es el cráneo que va arriba, en el centro”.
Noviembre no es el final del ritual
Algunos de los cráneos de los difuntos y difuntas de Pomuch se guardan en los nichos sobresaliendo ligeramente de su osario durante todo del año. Esto, de acuerdo con el sepulturero antes mencionado, es un símbolo de vigilancia y protección, así como de presencia en la vida de los predecesores que siguen caminando sobre la Tierra.
¿Conoces algún otra comunidad que mantenga viva alguna tradición similar?
Con información de BBC, El País y El Universal