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    Atrapan a reptil extranjero en canal de Xochimilco

    Un curioso reptil proveniente de África fue asegurado por la Brigada de Vigilancia Animal por estar rondando los canales de Xochimilco.

    Habitantes y chinamperos de Xochimilco avistaron un reptil en la región que en un inicio pensaron que era un cocodrilo o un caimán. Una vez que el animal fue resguardado por autoridades capitalinas se descubrió que el ejemplar era algo diferente a lo pensado y que no proviene de tierras mexicanas ni latinoamericanas.

    El encuentro entre este reptil y la comunidad xochimilca se dio el primero de agosto del 2022. A través de redes sociales diversos usuarios compartieron algunos videos que muestral al animal nadando en uno de los canales y retozando en la yerba alta cerca del mismo. Estos actos conllevaron a que un equipo de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) fuera a investigar el caso.

    El equipo atendió el llamado en la colonia La Santísima. Específicamente, este llegó al canal cercano a la prolongación Josefa Ortíz de Domínguez y al callejón Chililico. Una vez ahí la piel del reptil y su tamaño fue lo que hizo que la BVA se diera cuenta de que estaban tratando con un varano adulto. Estos son reptiles que habitan en África a lo largo de las zonas cercanas al cauce del río Nilo. Este tipo de reptiles pueden alcanzar hasta los 220 centímetros de largo, aunque el espécimen capturado medía tan solo 120.

    De acuerdo con los elementos de la BVA, lo más probable es que alguna persona abandonara al animal en el canal. Aunque este puede sobrevivir dentro de las condiciones de las aguas xochimilcas, representa un depredador para muchas de las otras especies existenes ahí. Por esta razón, la brigada enjauló al varano para mantenerlo en observación y definir cuál será el destino final de este animal extranjero.

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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