¡La escultura conocida como la ‘Gran Esfinge de Guiza’ no es lo que parece y los secretos de su historia siguen cautivando a decenas de investigadores e investigadoras!
La historia de la Gran Esfinge de Guiza, ubicada al suroeste del Cairo, se remonta al Antiguo Imperio Egipcio, cerca del siglo XXVI a. C. Antes de que los griegos la nombraran una ‘esfinge’, esta era conocida como la ‘estatua del gran Jepri’, el dios sol. Por otra parte, se cree que fue el emperador Kefrén, de la cuarta dinastía, quien ordenó tallar la estatua gigantesca junto con un complejo de pirámides que la acompañan.
La esfinge tiene una base de 215.25 metros de largo y una altura de 143.5 metros de alto. Fue esculpida en una sola pieza con piedra caliza que, de acuerdo con diversos arqueólogos, era remanente de los materiales empleados para erigir la Gran Pirámide de Guiza. Diversos cálculos han indicado que, si 100 personas trabajaban diariamente en la construcción, entonces esta debió haber tardado cerca de 3 años en ser terminada.
¿Por qué se construyó la esfinge de Guiza? ¿Quién la construyó?
En un inicio equipos arqueológicos creyeron que se emplearon esclavos para la construcción de la esfinge. No obstante, restos de ganado como ovejas y cabras, además de algunos jarrones de bebidas no identificadas, hicieron que los grupos de investigación se dieran cuenta de que los trabajadores comían carne ‘de primera calidad’. Respecto a los alimentos de los jornaleros, se hallaron diversos restos de comida sin terminar junto con equipo de trabajo cerca de la esfinge, lo que ha creado diversas teorías sobre qué fue lo que causó que tuvieran que abandonar la obra de manera repentina y sin terminarla.
Algunos pigmentos encontrados en las capas superiores de la esfinge han denotado que el monumento alguna vez estuvo pintado de rojo, azul y amarillo. Por otra parte, su cabeza de tamaño diminuto en comparación con su gigantesco cuerpo ha hecho pensar a estudiosos y estudiosas que esta parte de la esfinge ha sido intervenida en diversas ocasiones desde que se esculpió por primera vez.
Un monumento que se olvida y que se recupera una y otra vez
Los especialistas Rudolph Kuper y Stefan Kröpelin sostienen la teoría de que tanto las pirámides como la esfinge de Guiza se construyeron en un momento cuando en la región cercana a la ribera occidental del Nilo existían lluvias abundantes. Desafortunadamente, el clima cambió a uno más árido con tormentas de arena que comenzaron a enterrar los monumentos en el olvido.
La leyenda histórica más aceptada cuenta que el príncipe Tutmosis de la XVIII dinastía del Nuevo Egipto se detuvo a descansar luego de un día de caza. Sin darse cuenta, se quedó dormido sobre la cabeza de la esfinge, la cual se le presentó en sueños como Horem-Akhet-Khepri-Re-Atum. Esta le pidió al joven príncipe desenterrarla y a cambio le daría el trono.
Sin importar si el sueño fue real o no, Tutmosis llevó a cabo el primer rescate de esta esfinge y, una vez que se volvió el cuarto faraón de su dinastía, entonces impulsó un culto religioso en torno a la misma. Desde ese momento, la esfinge fue conocida como Horem-Akhet o el ‘Horus del Horizonte’.
Respecto a su nariz faltante, por mucho tiempo se hizo correr la leyenda de que las tropas napoléonicas la habían derribado de un cañonazo. Sin embargo, antiguas escrituras del siglo XVI terminaron por mostrar que un extremista del Islam de nombre Sa’im al’Dahr fue quien mandó derribar la nariz como forma de protesta ante el culto al Horem-Akhet.
Un esfuerzo colectivo a lo largo del tiempo por mantener la esfinge fuera del olvido
Durante un tiempo indefinido, casi toda la esfinge menos su cabeza estuvo escondida bajo toneladas de arena. En 1817, el capitán genovés Giovanni Battista Caviglia lideró una excavación para liberar el cuerpo de la esfinge. A pesar de que 160 hombres trabajaron a su lado, las fuertes tormentas de arena hicieron que el equipo no pudiera terminar su cometido. No fue hasta la década de 1930 que el grupo liderado por el arquéologo Selim Hassan pudo liberar la totalidad de la esfinge de la tierra y arena.
A lo largo de sus excavaciones, Hassan y su equipo descubrieron que la estatua también tenía una barba. No obstante, se piensa que esta fue agregada durante las reconstrucciones hechas en el Nuevo Imperio debido a que la barba no era una tendencia en el Antiguo Imperio Egipcio.
Por otra parte, los arqueólogos encontraron diversas aperturas en el pecho y la espalda de la esfinge que estaban protegidas con compuertas de metal. Asimismo, existen diversos pasajes y túneles que conectan a la esfinge con el exterior y con las pirámides que las rodean. Finalmente, una de las modificaciones que se han tenido que hacer alrededor de la esfinge en el siglo XXI es el crear sistemas de drenado, puesto que aguas negras de las ciudades cercanas habían comenzado a erosionar la estructura histórica.
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¿Has tenido la oportunidad de ver alguna construcción con una historia tan antigua y compleja como lo es la Gran Esfinge de Guiza?
Con información de Mental Floss, Smitsonian Magazine, History y Mada in Project
