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    Nace cerdo con trompa de elefante

    Una chica en Filipinas compartió perturbadoras imágenes de un cerdo con trompa de elefante y ojos saltones que nació en su granja. ¡También publicó videos comom prueba de su existencia!

    ¿Recuerdas a la temible cabra cíclope de Turquía? En esta ocasión te traemos un caso de deformidad igual de perturbador que se dio en las Filipinas en donde un cerdo nació con lo que parecía ser una trompa de elefante. Además, tenía una gran lengua que no parecía tener cabida en su boca y unos ojos saltones que miraban directamente hacia el frente.

    Dailyn Delada Desabille es la residente de la municipalidad de E. B. Magalona que compartió las peculiares imágenes del cerdo a través de su perfil en Facebook. En su primera publicación, la mujer explicó que es el único cerdo de su granja que nació con esa malformación. En las imágenes es posible apreciar que el animal no tiene nada de pelo, sus orejas son casi inexistentes y sus piernas parecen demasiado frágiles para sostenerlo.

    Las imágenes sorprendieron a miles de internautas, quienes dudaron en la veracidad de la historia. Por esa razón, Dailyn compartió un par de videos en donde se puede ver al animal respirando pesadamente. El puerco se encuentra descansando sobre uno de sus costados y sus pezuñas parecen uñas deformes y sin fuerza.

    El puercofante nació el primero de septiembre del 2022 y de acuerdo con Delanda, el animal solo estuvo 30 minutos con vida en este mundo. Posteriormente, el recién nacido murió debido a complicaciones respiratorias. La decisión que tomó Dailyn fue enterrar al chancho y dejar esta historia en el pasado. Sin embargo, las imágenes de esta curiosa criatura han sorprendido a tantas personas que poco a poco se han abierto camino hasta llegar a las redes sociales latinoamericanas.

    ¿Alguna vez has visto un animal así de raro con tus propios ojos?

    Con información de Mirror y Daily Star

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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