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    Descubre al fabuloso y veloz robot manicurista

    Una compañía de innovación ha lanzado un nuevo y elegante robot manicurista que puede pintar las uñas en tan solo 10 minutos.

    Clockwork es una startup de San Francisco que quiere ayudar a optimizar procesos simples en un salón de belleza. Para esto crearon a su primer robot manicurista que puede pintar las uñas perfectamente en 10 minutos.

    Este robot se encuentra dentro de la primera tienda y salón de belleza de la empresa, en donde también se ofrecen tratamientos por manos humanas. Lo último es debido a que este es tan solo el primer prototipo de su especie y todavía no puede hacer una manicura completa. Sin embargo, puede pintar las diez uñas de tus manos en diez tonos diferentes con una exactitud y un cuidado máximos. Todo por el costo de 7 dólares con 99 centavos.

    En diversos videos que difundió Clockwork a través de sus redes sociales se puede ver cómo es el proceso de esta máquina. Para activarla la clienta tiene que poner uno a uno sus dedos y luego presionar un botón para que comience el mecanismo. Luego, la máquina calcula el tamaño de la uña y coloca el esmalte con finas líneas desde el borde hasta el centro.

    Renuka Apte es la directora ejecutiva e ingeniera que está a la cabeza de este proyecto, explicó que el robot graba cada uno de los tratamientos que realiza. Los videos se quedan almacenados en su memoria durante 24 horas en lo que el sistema con inteligencia artificial de la máquina analiza el proceso para optimizarlo.

    El objetivo de Clockwork es poder estar en diversos salones de belleza, tiendas y centros comerciales. Asimismo, si bien no pretende reemplazar el trabajo de las y los manicuristas, busca dar una opción fácil y económica para aquellas personas que no tengan tanto tiempo y quieran que sus uñas se vean fabulosas de todas maneras.

    ¿Qué te parece esta máquina? ¿Pagarías para que un robot manicurista te pinte las uñas?

    Con información de WFLA y Mashable

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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