Abby, una perrita de casi 14 años salió a dar un paseo y accidentalmente quedó atrapada en una cueva por casi dos meses luego de eso.
Abby es una canina de 13 años que vive en en Perryville, Misuri, junto con su hermana, Summer, y su amo, Jeff Bohnert. Esta perrita se volvió noticia internacional luego de que pasara 58 días atrapada en una cueva a una profundidad de 152 metros y sobreviviera para regresar con su familia.
De acuerdo con Bohnert, Summer y Abby salieron a correr a la zona rural cercana el 9 de junio del 2022. Al finalizar el día solo Summer volvió a casa. Debido a que Abby estaba cercana a cumplir los 14 años, Jeff pensó que esta podría haber sucumbido ante el calor del día. Preocupado, el hombre salió a buscar a su mascota entre los campos cercanos y con sus vecinos. Sin embargo, no tuvo éxito al encontrarla.
Casi dos meses después, Gerry Keene, Rick Haley y otros tres adultos espeleólogos se encontraban en una expedición dentro de la cueva Berome Moore junto con cinco menores de edad. Uno de los niños en la expedición vio que había un bulto que parecía ser un perro. Aunque en un inicio no le creyeron, pronto los adultos se dieron cuenta de que sí había un perro a más de 500 pies dentro de la cueva. Eso representa cerca e 152 metros lejos de la superficie.
Una huída fallida y un rescate exitoso
En la cueva había marcas de patas a lo largo de las paredes, lo que hizo al equipo darse cuenta de que la canina había intentado escapar sin éxito. Abby se encontraba enroscada en sí misma y se encontraba frágil. Por esta razón, el equipo empleó una mochila que llevaban consigo para meter al animal dentro y poderlo transportar cuidadosamente a lo largo de una estrecha subida.
Al llegar de regreso a la superficie, los espeleólogos preguntaron a los vecinos si alguno de ellos había perdido un perro. Uno de los residentes se comunicó rápidamente con Bohnert, quien acudió rápidamente a identificar a la canina rescatada. La perrita había pasado todo el tiempo dentro de una cueva sin más animales o plantas, por lo cual entró en una especie de estado de hibernación en donde sobrevivió gracias a su grasa corporal. Aunque presentaba casi la mitad de sus 23 kilos de peso, Abby se encontraba viva, lo cual alegró a su dueño.
De acuerdo con los espeleólogos rescatistas, en cuanto uno del equipo le ofreció carne a Abby, esta reaccionó inmediatamente y la devoró, lo cual mejoró su ánimo de forma casi instantánea. Le tomó unos días recuperarse, pero la resistente perrita pudo incluso recuperar su voz, la cual había perdido dentro de la cueva. La gente que la rescató y su dueño tienen la teoría de que se lastimó la garganta de tanto ladrar por ayuda.
¿Cómo crees que haya sido para la perrita de 13 años pasar esos dos meses encerrada en una cueva?
Con información de Los Ángeles Times y Rick Haley