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    Encuentran geoda con la cara del Monstruo Comegalletas

    Un especialista en piedras y formaciones rocosas hizo el hallazgo de una asombrosa geoda con la cara del Monstruo Comegalletas.

    Un coleccionista de piedras raras compartió en sus redes sociales uno de los hallazgos más extraordinarios que ha hecho hasta el momento. Se trata de una geoda que, cuando la partió por dos, dio como resultado dos caras que se ven exactamente igual al Monstruo Comegalletas de Plaza Sésamo.

    Lucas Fassari fue el geólogo que encontró la singular roca en noviembre del 2020. Sin embargo, Mike Bowers es el actual dueño y guardián de esta asombrosa formación natural. Aunque, de acuerdo con Bowers, más que un descubrimiento fue una colaboración con la naturaleza. Esto se debe a que si se hubiera partido la geoda con un corte vertical o diagonal en vez de uno horizontal entonces esta se vería de una forma muy diferente.

    geoda monstruo comegalletas
    Así se ve el interior de la boca del Comegalletas en forma de geoda. / Foto: Instagram (mikebowers714)

    La geoda en cuestión es una roca volcánica que contiene ágata en su interior. Como en cualquier otra geoda, su exterior fue penetrado por sílice cristalina, lo cual es lo que le da los tonos crema y blanco a la roca. Bowers informó que Fassari la encontró en una de sus expediciones en la región Río Grande del Sur de Brasil.

    En entrevista con el medio Daily Mail, Bowers dijo que luego de sus publicaciones en Instagram y Facebook recibió diversas ofertas para comprar la geoda. Al menos 5 de los posibles compradores ofrecían más de 10 mil dólares estadounidenses. Sin embargo, este coleccionista de rocas no parece tener intención alguna de vender la geoda del Monstruo Comegalletas en algún momento cercano.

    ¿Alguna vez habías visto una formación natural tan graciosa y especial como la geoda del Monstruo Comegalletas?

    Con información de Enséñame de ciencia y Daily Mail

    Yet Akatzin Almazán
    Yet Akatzin Almazán
    Alguna vez lo tuve todo y hoy ya no hay nada de eso. Pero nunca hay vacío. Alguna vez tuve trece gatos y ahora soy solo una gata bajo la lluvia que no sabe más que escribir, jugar y llorar. Sigo siendo malabarista por amor al arte y escritora por oficio, por empecinada.

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