Autoridades en Chiapas confirmaron que lo que en un inicio se creyó que era una narcofosa es en realidad un antiguo e histórico tzompantli.
Una denuncia ciudadana llevó a las autoridades de Comala, Chiapas, a encontrar una cueva llena de cráneos humanos. Lo que en un inicio se pensó que era una narcofosa es en realidad un tzompantli erigido entre los años 900 y 1200. La revelación fue dada 10 años después del descubrimiento por autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El descubrimiento inicial se hizo en el 2012, cuando personas civiles encontraron una cueva desconocida en la frontera entre México y Guatemala. Estas dieron aviso a las autoridades locales, quienes terminaron por alertar a la Procuraduría General del Estado de Chiapas. Tras las primeras investigaciones, el caso llegó a manos del INAH, organismo que ordenó llevar los restos encontrados a Tuxtla Gutiérrez, captial estatal, para su análisis.
Tras diversos análisis, en abril del 2022, el INAH dio a conocer algunas de sus conclusiones finales. Entre ellas, la institución declaró que los restos pertenecían al periodo Postclásico Temprano. Asimismo, informó que había cerca de 150 cráneos humanos, entre los cuales cerca de tres eran de infantes y el resto eran de mujeres adultas. A todos les faltaban los dientes. Además, el organismo declaró que no habían encontrado osamentas completas.

En un incio se descartó la idea del tzompantli debido a que los cráneos no estaban perforados por los lados como acostumbraban hacer los mexicas. Sin embargo, el encontrar diversos huesos completamente estrellados hizo pensar a los investigadores e investigadoras de la institución que las cabezas humanas se colocaron en un inicio sobre postes de madera. A lo largo de los años, la madera se pudrió y colapsó. Esto explicaría los cráneos rotos y la falta de una estructura para el altar mortuorio.

¿Qué es un tzompantli?
Este es un tipo de altar que empleaba las cabezas de tributos humanos. Se piensa que estos tributos eran, en su mayoría, prisioneros de guerra de pueblos enemigos. Por otra parte, normalmente se colocaban en ‘bastidores’ atravesados por varas o palos, los cuales terminaban por crear ‘paredes’ o ‘cortinas’ de estos restos humanos.

Javier Montes de Paz, investigador del INAH, informó que en la década de los 80 se dio un hallazgo similar dentro de la cueva ‘Las Banquetas’. Esta se encuentra en el municipio de La Trinitaria y en su interior se encontraron 124 cráneos sin dentaduras. A pesar de este antecedente, debido a la falta de una estructura que confirme que esto se trataba de un altar, no se puede afirmar con absoluta seguridad que los restos encontrados eran parte de un tzompantli. No obstante, el equipo del INAH encargado del caso continúa investigando los restos con el objetivo de definir exactamente por qué o para qué fueron llevados a ese lugar.
¿Alguna vez habías escuchado o leído algo sobre este supuesto tzompantli confundido con una narcofosa en Chiapas?
Con información de National Geographic en español y El Financiero